- Evitar que los árboles se caigan: No es necesario talar árboles, aquí se utiliza un ‘buen método’ para proteger árboles centenarios y a los habitantes.
- Colocar estacas: Para árboles grandes o jóvenes y débiles, coloca estacas y átalas con cuerdas para mantenerlos erguidos y evitar que el viento los derribe.
- Podar las ramas: Recorta las ramas, especialmente las débiles o demasiado frondosas, para reducir la resistencia al viento.
- Mejorar el sistema de drenaje: ¿Cómo debe ser un sistema de drenaje adecuado en un jardín?
- Cavar zanjas de drenaje: Asegúrate de que el agua no se acumule alrededor de las raíces, evitando que los árboles se inunden.
- Elevar los surcos: Para cultivos como verduras o flores, eleva los surcos para evitar inundaciones.
- Proteger los árboles:
- Usar mallas o cobertores: Coloca mallas cortavientos o cobertores para proteger los árboles del viento fuerte y la lluvia intensa.
- Construir invernaderos: Para cultivos de alto valor, los invernaderos son la mejor solución para protegerlos de las tormentas.
- Cuidar el suelo:
- Abono orgánico: Añadir abono orgánico ayuda a que el suelo sea más suelto y mejora el drenaje.
- Cubrir la base de los árboles: Usa paja o hierba seca alrededor de la base del árbol para mantener la humedad y prevenir la erosión del suelo.
- Medidas preventivas después de las tormentas:
- Inspeccionar y actuar de inmediato: Después de una tormenta, revisa el estado de los árboles y poda las ramas rotas o dañadas para evitar enfermedades.
- Mejorar el suelo: Tras lluvias prolongadas, puede ser necesario mejorar el suelo para evitar que se endurezca y pierda nutrientes.
Estas medidas ayudan a los cultivos a resistir los efectos del mal tiempo y reducen los daños durante la temporada de tormentas.